Hace algún tiempo recibimos el llamado de un cliente que se dedica al comercio. Una empresa familiar, tradicional, en etapa de expansión y que planeaba abrir un nuevo local. Nos pidieron armar el mejor equipo de trabajo posible para su nueva sucursal. El desafío nos encantó desde el minuto cero: soñar, diseñar y pensar un equipo nuevo, desde cero.

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Con esa consigna, nos pusimos manos a la obra. Mantuvimos reuniones con la familia, visitamos sus instalaciones actuales y charlamos con el equipo sobre su forma de hacer las cosas. También, indagamos sobre qué querían para el nuevo local. Estamos convencidos de que para seleccionar personal es fundamental conocer la cultura de la organización a la cual el nuevo personal se incorporará. Si la “unión cultural” no se da, aún cuando haya actitud y conocimiento técnico, la nueva persona puede no encajar.

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Después, escribimos la descripción de todos los puestos de la sucursal, incluyendo qué se esperaba de cada posición y las competencias que queríamos que cada persona tuviera para desempeñarlas. También estamos convencidos: tan importante como el qué haces es el cómo lo hacés. Y es fundamental que las nuevas incorporaciones tengan muy claro qué se espera de ellos.